"Omar Pérez-Then, Pasión y Entrega"
“A los 13 años comencé a insistirle a mis padres que quería aprender a tocar la guitarra, un año después empecé a tomar clases en la Academia Dominicana de Música. Mi profesor, Rolando (vocalista del grupo de rock Uranio), durante un exámen me preguntó por qué no consideraba cantar. Justo después de terminar la secundaria, conocí a María Remolá, mi primera profesora de canto. En el interín, cantaba en la Iglesia y con un par de amigos en un grupo de fusión latina llamado JAO”, nos cuenta Omar acerca de sus inicios, con quien tuvimos la oportunidad de conversar para conocerlo un poco más de cerca.
¿Existen en tu familia antedecentes musicales? Hasta donde tengo entendido soy el primer músico, pero mi abuela Nonona (que en paz descanse) siempre tenía música en su casa; vivía en una constante serenata durante las reuniones familiares.
Sabemos que partiste al extrajero a estudiar, ¿alguna razón especial? De hacerlo cuando “me daba el tiempo” mientras trabajaba a tiempo completo en publicidad, cantar se volvió una necesidad vital, y para poder hacer algo más con la música, decidí irme y expandir mis conocimientos.
¿Cómo entiendes que esto ha enriquecido tu carrera? De manera inmensurable, no sólo por el aspecto académico, sino también por la densidad de mis experiencias en un país extranjero, lejos de mi familia, creando mi propio camino y encontrando mi propia voz.
¿Ha evolucionado tu estilo? ¿Cómo lo defines? Mi estilo pasó de ser bien R&B en español en una voz bien tímida (por naturaleza) a una fusión, que llamo #CaribbeanSoul: una voz más desinhibida y orgánica.
Has tenido la oportunidad de presentar tu talento fuera de RD, ¿qué tal? Mi experiencia en Estados Unidos siempre ha sido muy satisfactoria, desde tocar en cafecitos a festivales multitudinarios, tanto en Los Ángeles, San Francisco, como también en New York. ¡Espero con ansias llevar mi música a Europa, África y Asia en un futuro próximo!
¿Qué tiene el público dominicano que no tienen los demás? Siendo dominicano, siento que nuestro público se adueña de las canciones y creo que sienten cierto orgullo al saber que alguien lleva el nombre de todos y de Quisqueya en alto.
Lo más gratificante del mundo de la música es… Poder llegar a lugares como el Batey 106 en La Romana para cantar y enseñar un poquito de música a los jóvenes de esa comunidad. Ver la esperanza despertar en ellos, no tiene precio. Al igual que visitar a los niños, niñas, y adultos en hospitales tanto de Santo Domingo como en el extranjero.
¿Y lo menos? Hablar menos, hacer más.
¿En qué proyectos andas trabajando actualmente? En estos momentos, me encuentro diligentemente escribiendo canciones para mi segundo álbum, el cual espero grabar este año.
¿Que le espera a Omar en un futuro? El futuro es incierto, pero espero que me espere con brazos abiertos, llenos de mucha música con la cual pueda recorrer el mundo, aprender de nuevas culturas e idiomas y conocer a personas buenas en el camino.
Un sueño… Grammy’s.
Lo mejor que nos puede pasar como nación en materia musical es… Incorporar más de nuestras raíces.
¿Cómo evalúas nuestra escena pop actual? No soy quien para evaluar, pero me alegra saber que hay un creciente grupo de grandes cantautores/as que están trabajando incansablemente, noche y día, para alcanzar sus sueños, con buenas letras e impecable producción.
¿Entiendes que en nuestro país existe un apoyo y mercado como tal? Existe, pero puede ser aún mucho mejor y mayor. Necesitamos más apoyo, más exposición.